El tranvía de Zaragoza dispone de la más moderna tecnología, encaminada a ofrecer un servicio eficaz y respetuoso con el medio ambiente.

Desde el principio, se contó con la colaboración de la ONCE y la Fundación DFA para dotar al tranvía de una plena accesibilidad en las 46 paradas de su recorrido.

En todas las paradas, el acceso a las unidades se realiza a ras de suelo y sin hueco entre puerta y andén. El tranvía cuenta con 6 puertas en cada lateral, 4 de ellas dobles para que el tránsito sea fluido.

A los asientos reservados para personas con movilidad reducida se suman los espacios destinados a las sillas de ruedas (cuatro por tranvía),  carritos de bebé o de compra. Asimismo, existen respaldos verticales para aquellas personas que no pueden sentarse de manera convencional.

En el diseño, se adaptaron mejoras propuestas por la ONCE y se variaron los colores de algunos elementos del Tranvía. Así, se mantuvieron hasta 30 puntos de contraste cromático para personas con visibilidad reducida.

De acuerdo con las indicaciones de la ONCE, todas las puertas del tranvía cuentan con una franja amarilla que indica el límite con el andén. Tiene unas estrías para que sea fácilmente detectable.

En el interior del tranvía, todas las paradas son anunciadas con antelación. Hay un botón de aviso a una altura adecuada para personas en silla de ruedas. Permite que, al ser pulsado, el conductor reciba la alerta de que una persona en silla de ruedas va a descender. Así, puede permanecer más tiempo en parada.

Intermodalidad

La interrelación del Tranvía de Zaragoza con las líneas de autobús de la ciudad, de la compañía Autobuses Urbanos de Zaragoza, es plena. Ambos medios de transporte utilizan las mismas tarjetas, su precio es idéntico y, si se dispone de Tarjeta Ciudadana o Tarjeta Bus permiten realizar transbordos de uno a otro durante el periodo de 1 hora. Los viajes de ida y vuelta en la misma línea no se consideran transbordo.